10 sept 2010

Coronación de la Virgen de la Vega. Misa de coronación

Todas las imágenes y toda la gente se dirigió a la zona donde antaño la virgen tenía su ermita. Allí se había dispuesto un gran escenario. Una alfombra de terciopelo rojo llegaba hasta él. Sobre esa alfombra pasó la imagen en una lluvia de pétalos de rosa. Y sobre ese escenario, ante cinco mil testigos, la imagen fue coronada. Todo fue gratitud. El poder temporal aprovechó la ocasión para hacerla alcaldesa perpetua de la villa. Los danzantes no se cansaron de homenajearla.

Y, como un relámpago luminoso, aquella tarde de domingo pasó, y los barajeños ya lo cuentan como si hubiera sido un sueño. No fue un sueño: fue un capítulo de la Historia; uno de esos capítulos que contienen la materia prima con la que se escriben las leyendas.

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